martes, agosto 16, 2005

Un poquito de cotidianidad


Hace algún tiempo comprobé que el despertador que tiene mi viejo no era nada mas que un aparato de adorno, me explico hace unos años cambié la hora de este para poder faltar al colegio, el riesgo corrido no valió para nada ¡se despertó!, aunque podría haber sido de casualidad. Hoy según terra se cayeron más de 30 árboles en mi comuna, uno de esos encima del auto de la Miss Maria Teresa. Pues bien estos dejaron sin luz a Las Condes y Lo Barrenechea, y aunque no lo creen mi viejo se despertó igual sin despertador: incluso minutos antes, que lo programado. Debo decir que admiro esa capacidad para programarse, me hubiese ahorrado bastantes problemas a lo largo de mi existencia. Llueve, sin parar desde anoche en Santiago, al parecer a mi abuelo lo operaban de apendicitis hoy, no he sabido nada ojalá que no aya sido más que un fuerte dolor de guata.
Me motiva despertarme y saber que cada vez quedan menos días para salir del colegio y no volver más. Lo bueno es que también a medida que avanzan los días el invierno se va, los días oscurecen mas tarden y me levanto con luz es algo que me motiva mas de lo que piensan. Podríamos ser tortugas e invernar en el invierno. ¿NO?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira Ignacio, cada día que pasa, es un día menos para monografiar... Ahora, se empático y deja de desear que pasen :P

Ignacio Castro dijo...

estimada anonimo (a):
creo que se quien eres jaja...
Te deseo lo mejor en el "suplicio" internacional digo Bachillerato. Ojalá que te valla filete en tus examenes finales y si eres quien pienso te puedo ayudar con tu tema... YIA?
bye