jueves, septiembre 27, 2007

Los verdaderos Romanticos

No se en que momento fue, ni como sucedió. Llegamos a la vida con un ideal claro, ser felices solo debemos ser capaces de identificar un camino posible.
Los más débiles toman el camino de la religión, y le atribuyen sus éxitos, sus fracasos y lo inexplicable a dios, es recurrente escuchar en los Católicos frases como "que sea lo que dios quiera", "nos vemos si dios quiere", etc. Hay otros dentro del grupo de "Cristianos" que literalmente tratan a dios como una amante, o como trataban a sus pololas a los 15.
Luego están los que viven el día a día, enfrentan sus problemas en el instante se enamoran de todas (todos) las mujeres lindas, estudian carreras que la sociedad cree correctas, y nunca entran en discusiones románticas.

Románticos, ¿Escucharon?, pero no el clásico romántico Holiwoodense, si no los verdaderos románticos. Esos que convencidos en lo que creyeron mueren consientes que dieron todo de si por un proyecto imposible. En el fondo no quiero meter grandes negocios, ni fracasos político-sociales como el comunismo aquí. Si no gente como Copello que ya cité antes, como los Italianos del Futurismo, como los Zapatistas Mexicanos.

Y aquí me quiero detener, los del ejercito de Marcos, nacen como una guerrilla romantica, tipos que mataron como a 6 campesinos (y nadie sabe si es verdad) cuando se declaran rebeldes. En efecto son como los Okupas españoles, los piqueteros argentinos, los cocaleros bolivianos, organisaciones con mucho poder de convocatoria. Este movimiento contra cultural, en su gestión y a diferencia de todos los otros movimientos tiene una cabeza, bastante poco visible, pero un gran teórico, escritor, filosofo, profesor universitario, etc, etc. El subcomandante Marcos que bajo sus propias palabras es
«Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en CU, judío en la Alemania nazi, ombudsman en la Sedena, feminista en los partidos políticos, comunista en la posguerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en Bosnia, mapuche en los Andes, maestro de la CNTE, artista sin galería ni portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del siglo XX, huelguista en la bolsa de New York, reportero de nota de relleno en interiores, mujer sola en el metro a las 10 p.m., jubilado en plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal, obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y, es seguro, zapatista en el Sureste mexicano. En fin, Marcos es un ser humano cualquiera en este mundo. Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, explotadas, resistiendo, diciendo "¡ya basta!" Todas las minorías a la hora de hablar y mayorías a la hora de callar y aguantar. Todos los intolerados buscando una palabra, su palabra, lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmentados, nosotros. Todo lo que incomoda al poder y a las buenas conciencias, eso es Marcos.»

No quiero seguir alargandome pero lo de Copello lleva días dando vueltas en mi cabeza. Estos románticos quienes murieron como Gladys o que morirán como Marcos, abran estado tan convencidos en que su proyecto resultaría?. Nuevamente no estoy tan convencido.

1 comentario:

Yayo Salva dijo...

Un buen artículo e interesantes reflexiones en tonro a él. Los ideales existen y hay personas capaces de morir por ellos.
Un cordial saludo.