domingo, septiembre 09, 2007

hipotecar la felicidad?

Hace un tiempo leí "La magia se acaba cuando dejas de creer en ella".
Todos los días podemos creer en la magia, y en ser superhéroes. Es el proceso inverso al que nos plantea la vida día a día.

Copello, estaba convencido que había llegado al mundo destinado a comunicar un mensaje antes de morir, había decidido dejar al amparo de la vida su salud, familia y por sobre todo su felicidad para poder comunicar este mensaje. Murió enfermo, sin amigos e infeliz. Dejó una obra, un lenguaje y un mensaje claro. ¡¡Pero a que costo!!

Bajo esta perspectiva de vida, vale la pena dejar todo de lado por lograr nuestras metas. Sin duda alguna. Pero vale la pena poner en juego nuestra felicidad por lograr un anhelado sueño? No se, quizás sea una de esas tantas preguntas sin respuesta.

Cuantas veces hemos salido mal parado de situaciones parecidas, miles.
Pero así es como han nacido los grandes músicos, artistas, deportistas, políticos, filósofos, etc, etc.
Gente que convencida en sus capacidades deja todo por "comunicar el mensaje".

No me cabe ninguna duda, que a nadie le agrada este mundo, pero nadie hace nada por cambiarlo. Algunos "dicen" hacer cosas por la vida. Pero los que realmente se la jugaron están ahí recordados por la historia.

Importa realmente como nos recuerde la historia. Importa realmente que tan importante fue el mensaje que difundiste. Importa realmente hipotecar tu felicidad por difundir el mensaje?

Yo creo que no. Y sí, es un pensamiento mediocre e influenciado por una educción católica y mediocre que recibimos en Chile. "Una vez muerto somos todos iguales".

Ayer a propósito de este tema le comentaba a un amigo de una frase que suelen usar mucho los gringos que dice así "winners never quit quitters never win but those who never win and never quit are stupid..."

6 comentarios:

Jesusísima dijo...

Creo que el punto está en que no cualquier cosa puede ser una meta vital. Si luchar por algo no nos hace felices, no luchemos por eso.
Pero sí pongámonos metas que, al cumplirlas, nos hagan inmensamente felices.
Yo, por ejemplo, amo la literatura y es eso lo que estudio. Dejaría (y he dejado) muchas cosas por vivir una vida "de literata" (sé que suena muy snob, pero no sé cómo explicarlo... es que la literatura, más que un hobbie o carrera, pasa por una forma de vida), pero siempre pensando en la felicidad como fin último, ya que esa vida y la felicidad son absolutamente inseparables.

Saludos !!

Yayo Salva dijo...

Muchas de las cosas que iba a escribir ya las ha escrito Jesusíssima. No hay buen hacer sin felicidad. Pero la felicidad no es un fin en sí misma: es un estado personal como consecuencia del vivir de cada día. Surge inevitablemente, espontáneamente cuando actuamos y hacemos lo que verdaderamente nos importa.
En cuanto a la educación recibida, Nacho, te diría que que el proceso educativo-formativo no concluye nunca y posiblemente, dentro de unos cuantos años, habrás cambiado tanto y aprendido tantas cosas nuevas que lo que ahora consideras tu educación te parecerá una ridiculez. Busca en la red el poema de Kavafis "Ítaca" y léelo de cuando en cuando, si no lo has hecho ya.
Un cordial saludo.

Ignacio Castro dijo...

He vuelto de una semana intensa, para algunos cumpleaños de chile se traduce en borrachera "del terror" para mi fue una extraña mezcla.

Jesus gracias por pasar siempre tan acertadas tus palabrisisismas :p.

Maestro Yayo, siempre entregando su experiencia en palabras simples que llegan.

gracias por darse el tiempo de pasar por mi morada virtual

Anónimo dijo...

Mira tú puse nacho estrella en google y salio tu blog. jaja se paso bien en puerto velero, ojala nos hubieramos conosiido antes!
se viene mi carretee, vay a ir?
sera saludos al telefono publico
:O uuii caro!

bye bye

daniela.mf dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

jaja wenisimo que me hayai encontrao. Si me invitan obvio que voy.
Hey agregame a msn ignacio41(at)hotmail.com, solo tengo a la caro y nunca la he visto.

nos vemos.